martes, 5 de abril de 2016

Desconectar

La pasada Semana Santa me quedé sin posibilidad de cargar mi móvil nada más llegar a mi destino. Había sido un viaje un poco improvisado, me dejé mi cargador en casa y por alguna razón ningún otro parecía funcionar con mi móvil. Y la verdad, fue tan increíble que he pensado que debía compartirlo.


Posiblemente mis amigas se rían bastante de mi al leer esto porque ya piensan que estoy bastante enferma con el tema redes sociales. Posiblemente tengan razón. Y posiblemente es bastante inevitable cuando es parte de tu trabajo diario...o eso me digo a mi misma.

Los primeros minutos fueron de terror, pero era tardísimo así que decidí que a la mañana siguiente todo se habría solucionado. Por supuesto soñé (soñé!!!! en serio?! wtf!?) que el móvil se había cargado por la noche, pero no fue así al despertarme. Terror de nuevo. Nada que hacer. Jueves Santo, todo cerradísimo...

Primer día, detox, tenía el impulso de mirar el móvil cada media hora. Me di cuenta de que miro rrss y whatsapp, casi sin prestar atención a veces incluso, en el coche cuando voy de copiloto, en los semáforos cuando conduzco, cuando espero en un paso de cebra, en el ascensor....es decir, en cada minuto de espera. y por supuesto en muchos otros.

Al segundo día ya me estaba acostumbrando y el resto de las vacaciones, aunque eché de menos no poder hacer fotos, disfruté muchísimo del TIEMPO, así, con mayúsculas. Sin poder mirar nada en wikipedia, sin chats, ni saber qué estaba haciendo el resto del mundo en ese momento.

Cuando por fin pude encenderlo el télefono echaba humo pero a veces es absolutamente necesario. Tanto que me ha costado un poco volver a coger el "ritmo" durante una semana. Pero creo que en mi próximo viaje igual me olvido el cargador de nuevo ;)

¿Os atrevéis a probar? Os juro que no pasa nada...jeje

¡¡Feliz martes!!

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